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Le decimos no a las sociedades anónimas

07/10/2016 Que desde hace muchos años algunos dirigentes están buscando la posibilidad del ingreso de empresas a la conducción del fútbol, no es nada nuevo. Pero sin dudas que en estos nuevos tiempos políticos, este tipo de negocios tienen un fuerte respaldo desde el poder mismo y no es casualidad lo sucedido en AFA como tampoco es indiferente a lo que aconteció en un Foro de fútbol en el cual el vice de Boca, Rodolfo Ferrari le abrió las puertas a esta posibilidad, sin importarle absolutamente nada la génesis de los clubes argentinos.

 

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El negocio es claro, clarísimo. Hemos visto como otros clubes que han sido “gerenciados”, acabaron casi que desapareciendo, debiendo otra vez una comisión directiva votada por los socios los encargados de levantar como podían ese club.

Además no nos vamos a comer el caramelito de lo que dijo Ferrari: “Que los clubes lo decidan democráticamente”. Y nos preguntamos ¿de qué manera? Porque hablar de democracia es fácil con el estatuto de Boca, el cual está bastante perimido porque el oficialismo tiene mayoría absoluta para decidir lo que ordene el presidente. Recordemos que Boca es un club en el cual la oposición no tiene lugar, no tiene puestos, no tiene injerencia en las reuniones de CD. Donde es simplemente un número en la asamblea de representantes que no alcanza ni sirve para imponer una idea contraria al oficialismo. Entonces, ¿de qué democracia estamos hablando?

La postura nuestra es clara: No estamos de acuerdo con el ingreso de las Sociedades Anónimas. No estamos de acuerdo con que empresas manejen clubes y muchísimo menos que ingresen a Boca, aunque esto esté sucediendo solapadamente como el manejo del Museo.

El esquema de organización actual del club generó en los viejos políticos de Boca, la queja por debajo, porque no quieren molestar a Angelici.

Estos mismos políticos, que hace años caminan los pasillos de la Bombonera, deben responder a un gerente de dudosa procedencia en cuanto al amor que le tienen a la institución, fundamentalmente a los colores. Los rumores que muchas veces son infundados, en otros no. Por eso nos permitimos dudar que, de la actual comisión directiva, quién se preocupa por el club y quién no. Y si sólo lo que quieren es tener una tarjetita personal que diga que es dirigente nada menos que de Boca.

Hasta hoy, esas gerencias en la que está dividida la institución, no ha permitido mejora alguna y los políticos que siempre han trabajado por el club, se ven impedido de hacerlo como si esto fuera una empresa con gerentes, jefes y simplemente empleados.

Un club que en lo físico se lo ve armado como una empresa en sí. Con socios que no pueden transitar el club con libertad, que algunos socios son invitados para ver las prácticas sin saber siquiera cuál es el criterio para elegir a unos y a otros no. Un club en donde desde la llegada de Angelici los portones y los candados son muchos más que los títulos obtenidos.

Al fin y al cabo, lo que pedimos es libertad para nuestra gente en su casa. Que no todo tiene que ser por invitación, que no todo tiene que ser pagado para vivirlo. En fin… Las críticas son muchas para una institución que tiene hinchas que se mueren literalmente por conocer la cancha, por aunque sea pasar diez minutos para ver a los jugadores que se escapan del club como si fueran delincuentes, custodiados por personas de seguridad, como si el tramo del vestuario al auto estuviera minado. En Boca hay un celo realmente estricto para con algunos y para con otros no. Y esto duele. No queremos imaginarnos si además de todo esto, el club termine convirtiéndose en una filial de alguna empresa superpoderosa que, hoy puede poner el dinero que se necesite y mañana sacarlo.

Esta gente, lamentablemente, no entiende de pasiones, sí de negocios, eso hay que reconocerlo. Pero Boca es sentimiento, es pasión, es BOMBONERA, es no comer para pagar una entrada. Quien no entienda que Boca es todo esto, está demás en la institución. Y en Boca, representamos a todos los hinchas del fútbol argentino. Nosotros, como club poderoso al cual no le hace falta nada. Los otros, los más humildes, que tienen el sacrificio de los hinchas de verdad que trabajan ad honorem para la institución, muchas veces dejando de lado a la propia familia.

No a las sociedades anónimas. Sí a la pasión, al amor por la camiseta. Aunque el mundo diga que estamos equivocados. Y sí, que lo digan, estamos ORGULLOSAMENTE equivocados.

Alternativa Boquense

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