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Empate con sabor a poco

11/02/2019 El Xeneize desaprovechó una buena chance de sumar de a tres ante Belgrano e hipotecó seriamente la oportunidad de arrimarse aún más al puntero del campeonato, Racing Club.

El equipo azul y oro continúa sin definirse. Ausencia de solidez defensiva, carencia de generación de juego en la mitad de cancha y falta de criterio para la toma de decisiones en ciertos jugadores son algunos de los ítems a rever por parte del cuerpo técnico. Ayer, Boca tuvo una actuación muy floja contra un equipo que está peleando el descenso y, que, con poco, le provocó más de un dolor de cabeza.

Los dirigidos por Alfaro encontraron rápidamente un gol a los 15’ gracias al cabezazo de Lisandro López tras un centro magnífico de Mauro Zárate. Después de esa jugada, el nivel de juego y concentración del Xeneize se diluyó notablemente y se notó durante la totalidad del primer tiempo y gran parte del complemento.

Como se viene visualizando desde hace varios meses atrás, Boca sigue mostrando imperfecciones a la hora de replegar el equipo para sostener un resultado. Tanto Izquierdoz como Junior Alonso perdieron la mayoría de los ‘mano a mano’ con los delanteros del Celeste y estuvieron imprecisos al momento de salir jugando. Por su parte, Buffarini se mostró sólido en el ‘uno a uno’ pero demasiado nervioso a la hora de pasar al ataque y filtrar pases para habilitar compañeros.

En la mitad de la cancha, el más claro para cumplir su función fue Iván Marcone. Seguro, prolijo e inteligente, El ex Arsenal manejó los tiempos del equipo de manera destacable y marcó el ritmo para salir jugando desde abajo, sin descuidar la posesión de la pelota. Además, realizó correctamente las coberturas y relevos colaborando con la última línea.

Hoy por hoy, Gustavo Alfaro se encuentra inmerso en un problema: ¿Qué hacer con Tévez? El pueblo Xeneize reconoce que Carlitos no atraviesa su mejor momento y, lamentablemente, no gravita ni pesa en el aspecto futbolístico. Zárate, con un puñado de partidos, demostró que está en un nivel superlativo en comparación a Tévez y que poco a poco se va transformando en una pieza fundamental para el armado del 11 titular. Habrá que ver como el técnico resuelve este dilema deportivo sin generar disturbios en el vestuario.

En líneas generales, Boca mostró una pálida imagen en Córdoba y encendió las alarmas en más de un hincha en alusión a la falta de juego y de ideas para atacar y defender. Sin la gestación de juego ideal ni el manejo correcto del banco de suplentes, Boca volverá a sufrir los mismos inconvenientes que tuvo el año pasado. Por esa razón, Alfaro deberá tomar al toro por las astas y dejar de lado las presiones para el armado del equipo. Sin prisa, pero sin pausa. A continuar trabajando.

Semáforo de rendimiento:

Rojo: Almendra. El juvenil estuvo perdido y decidió casi siempre mal. Flojo al momento de interceptar pases y de intentar generar juego por la banda derecha.

Amarillo: Buffarini. El lateral derecho estuvo firme y sólido en la marca, pero decidió mal en ataque, errando una cantidad considerable de pases.

Verde: Marcone. Otro gran partido del volante central. Siempre se lo vio bien posicionado y como una alternativa pata recibir la pelota. Paulatinamente se empieza a transformar en una pieza clave para el equipo.

Por Bautista Keber Vago para Alternativa Boquense

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