05/11/17 No vamos a ocultar que el placer es doble. Porque como hinchas de Boca, respiramos aliviados cuando Lanús los echó de la Copa Libertadores y, porque además, los teníamos a mano para darle un empujencito más, y hacer de estos últimos días, días inolvidables para el millonario. De todas maneras habrá que destacar dos cosas: por un lado, Boca se mostró muy tranquilo, sabiendo qué tenía que hacer y cómo. Y segundo, tuvo la tranquilidad suficiente para reaccionar después del empate. Pero destacaríamos una cosa más: la línea de fondo. La tan criticada, la tan observada por todos. Y los cuatro del fondo hicieron una gran tarea. Jugaron muy bien. 

Y también Pablo Pérez, con esa cadencia en su juego que a veces te hace poner los pelos de punta, pero fue hoy eje de Boca. Nahitan Nández también demostró por qué es o fue ídolo de Peñarol. Fue su mejor partido. Y fueron éstos justamente: defensores yvolantes los que sostuvieron un partido en el cual los dos de arriba no estuvieron finos. Si Pavón o Benedetto hubieran tenido un rendimiento más acorde a lo que venían demostrando, el resultado podría haber sido histórico.

Un capítulo aparte para Cardona. El colombiano tiene una calidad increíble, que se mezcla con su pachorra… Pachorra bien entendida, porque hoy cuando encaró ganó, cuando peleó también ganó. Tal vez ya esté mucho mejor físicamente o más adaptado. Lamentablemente fue víctima del más grave error de Pitana, y vio la roja ante una jugada en la cual se decía que hubo un codazo y en realidad no pasó absolutamente nada.

Lo cierto es que Boca fue al Monumental y se impuso. Una vez más dijo de qué manera se iba a jugar el partido: si con el vértigo de River o con la inteligencia de Boca. Por suerte, la inteligencia suele tener un poder mayor que la “fuerza”, y en esto, el xeneize tuvo un rendimiento completo.

Alternativa Boquense